Tú que me escuchas, procura tener un pozo y una cisterna que sean tuyos; de manera que, cuando cojas el libro de las Escrituras, llegues a descubrir, también tú, de ti mismo, alguna interpretación. Sí, con lo que has aprendido en la Iglesia, procura beber, también tú, de la fuente que mana de tu espíritu. En el interior de ti mismo está... «el agua viva» (Jn 4,10); hay en ti los canales inagotables y les ríos henchidos del sentido espiritual de la Escritura, con tal que no estén obstruidos por la tierra y los escombros. En este caso, lo que hay que hacer, es cavar y limpiar, es decir, quitar la pereza del espíritu y sacudir el adormecimiento del corazón...
Orígenes de Alejandría. Homilías sobre el Génesis, nº 12,5
Reflexión: Orígenes nos indica que debemos tener el corazón lleno de esperanza, fe y caridad. Esta es la cisterna de la que nos habla. De la fe, esperanza y caridad, suge el agua viva que nos permite nacer de nuevo en Cristo. Si tenemos el corazón lleno de escombros, nada podremos hacer porque nada esperaremos de Dios.
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Try, then, you who are listening to me, to possess a cistern and fountain of your own in such a way that, when you take up the book of the scriptures, you too will discover some sort of interpretation from your own guide. Yes, following what you have learned in the Church, you too must try to drink from the fountain of your spirit. Deep within yourself lies “living water” (Jn 4:10). There lie the inexhaustible canals, the swollen rivers of Scripture's spiritual sense - insofar as they have not become blocked with earth and sediment. If that should be so, then what you have to do is to dig out and clean, that is to say chase away your spirit's lassitude and shake up the heaviness of your heart...
Origen of Alexandria. Sermons on Genesis, no.12, 5
Reflection: Origen tells us that we must have a heart full of hope, faith, and charity. This is the cistern he talks about. From faith, hope, and charity, I suggest the living water that allows us to be born again in Christ. If we have a heart full of rubble, we can do nothing because we will expect nothing from God.