sábado, 24 de diciembre de 2022
¡Feliz y Santa Navidad!
martes, 20 de diciembre de 2022
La Navidad. Más allá del racionalismo o el emotivismo
La Navidad debería ser uno de los tiempos más importantes para los cristianos. Más allá de la racionalidad de la verdadera fecha de nacimiento del Señor, lo importante, lo sustancial, lo trascendente, es que Dios nació entre nosotros para enseñarnos y entregar su vida por nosotros. Pero, lo sustancial ha quedado relegado por lo comercial, lo racionalista y lo emotivista. Ya no nos importa que Dios se hiciera ser humano, sino los mundiales de futbol, la controversia política y las series que ponen en las plataformas de streaming.
Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, pero ansiamos parecernos a tantas figuras que nos venden los medios digitales. Ansiamos ser valorados y por ellos nos encantaría hacer videos de Tik Tok, Instagram o cualquier otra red social. hace unos años, en concreto veinte, el Cardenal Tomas Spidlik hablaba sobre cómo el racionalismo y el irracionalismo, se afanan en ocultar lo que es realmente sustancial para nosotros:
En Occidente la mentalidad técnica ha llevado al racionalismo y, como reacción, ha aparecido lo contrario: la espiritualidad irracional. Al final el Papa (Benedicto XVI) ha tenido que escribir una encíclica sobre el uso sano de la razón. La espiritualidad del corazón debe ser un remedio, una medicina contra ese racionalismo que lleva al irracionalismo. He tenido que luchar mucho sobre la noción de corazón, sobre la plegaria del corazón. Al principio, esta noción encontró algunas dificultades en estos hombres racionales. Pero ahora se acepta,... (Card. Tomás Spidlík. Entrevista)
¿Cómo vivir la Navidad en este siglo XXI? Sin duda, desde el corazón. Es decir, en total unidad de nuestro ser, que se arrodilla ante Dios nacido y le ofrece los tres dones que los Magos de Oriente le llevaron: oro (experiencia), incienso (madurez) y mirra (esperanza). Arrodillados ante ese sencillo pesebre, nos damos cuenta de lo importante que es traer a la actualidad ese sencillo nacimiento de Belén. Hacerlo realidad en nuestro interior. Cristo llama a la puerta de nuestro ser (Ap 3, 20) y espera que le abramos. Al que venza, el Señor le concede un inmenso regalo: sentarse junto a Él en el trono de Cristo. Cristo es el Logos de Dios, su trono es ser de verdad. Volver al paraíso
Aunque la Iglesia actual se centra en evangelizar a niños y jóvenes, Cristo nació por todos sea cual sea la edad que tengamos. La esperanza es un don que cobra más importancia según pasan los años. Cada día es un poco más importante para nosotros. Esta esperanza necesita beber diariamente el "Agua Viva" que nos permite nacer de nuevo. Recordemos lo que el Señor dijo a Nicodemo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios. (Jn 3,3) y también le dijo: No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu (Jn 3,7-8). Porque Dios no está ni en el terremoto, ni en la tormenta, sino en suave brisa 1Re 19, 3-15
Los Magos de Oriente no eran precisamente niños o jóvenes. Dios les llamó y ellos, dejando todo, acudieron a su llamada llenos de experiencia, madurez y esperanza. Este es el Misterio que hoy parece que hemos olvidado. Sigamos la Estrella de Belén, la Estrella que debe brilla en templo interior donde habita el Señor.
[1] La mística del Corazón. Card. Tomas Spdlik
miércoles, 21 de septiembre de 2022
Sacralidad y profundo sentido.
Un estupendo video. Habla de muchas cosas más que de masonería, se habla de todo lo que hemos ido olvidando al perder el vínculo sagrado. Disfrútenlo!
viernes, 15 de julio de 2022
Perseverar es gracia de Dios
Esto bien establecido, veamos si la perseverancia, de la que se dice: El que perseverare hasta el fin, será salvo, es don gratuito de Dios. Si no lo es, ¿Cómo sería verdad lo que dice el Apóstol: A vosotros se ha dado por Cristo no solamente el que creáis en El, pero también el que por El padezcáis? De estas dos cosas, una pertenece al principio de la fe (al initium fidei), y la otra, al fin; mas ambas son dádiva gratuita de Dios, porque se dice en el texto citado que las dos han sido dadas; ¿y cuándo más verdaderamente comienza a ser uno cristiano que cuando cree en Cristo? ¿Y; qué fin mejor que sufrir la muerte por El? Respecto a creer en Cristo, alguien ha pretendido que sí es don de Dios el incremento o acrecentamiento de la fe, pero no el initium fidei, lo que con la ayuda del Señor hemos ya ampliamente refutado. Y ¿Cómo es posible decir que no se le ha dado la perseverancia hasta él fin al que se le concede sufrir, o mejor, morir por Cristo? (San Agustín. El don de la perseverancia, II)
La perseverancia es un don de Dios y además es gratuito. ¿De qué se alimenta? Se alimenta de la Fe y de las Esperanza. Se alimenta de la Caridad que vive y pervive en la comunidad que anda en este éxodo actual. Es cierto que no espero relevancia de lo que escriba en este pequeño reducto de mística espiritual. Actualmente es imposible esta relevancia. También es cierto que lo que se escribe en los portales católicos más visitados tampoco llega a ser relevante dentro de la Iglesia y la sociedad. También es cierto, que la Iglesia va desapareciendo, reduciéndose y perdiendo relevancia en la sociedad. Esto ya lo pronosticó el entonces Cardenal Ratzinger en una entrevista del año 1969: una Iglesia pequeña, irrelevante desde el punto de vista social, pero no por ello, menos importante para la humanidad.
Cuarenta años después, en el año 2009, Benedicto XVI volvió a ser entrevistado en su visita a la República Checa. Allí habló de nuevo de esta reducción eclesial, pero también dijo que:
Yo diría que normalmente son las minorías creativas las que determinan el futuro y, en este sentido, la Iglesia católica debe comprenderse como minoría creativa que tiene una herencia de valores que no son algo del pasado, sino una realidad muy viva y actual.
Actualmente, en el año 2022, cabría preguntarnos si somos esa minoría creativa o sólo colectivos socio-culturales enfrentados por estéticas e ideologías. ¿Dónde pervive una visión mística de la fe? Una visión mística que nos alimente, una y reúna, en Nombre del Señor. A veces, parece que la creatividad eclesial se reduzca a actividades de marketing de unos pocos segundos salvadores de moda. Moda que también decrece, haciendo que desaparezca al escasa relevancia social de la que disponían hace unos años. ¿Podemos pensar en una creatividad comunitaria que nos llene de sentido mutuamente? Tal vez esa sea el camino que debamos empezar a andar en estos momentos de desánimo y desaliento que vivimos.
¿Qué hay que vencer? Lo primero a vencer es la desconfianza mutua. Lo segundo es el orgullo personal. El tercer obstáculo a vencer es el miedo. Dios nos ayude, porque estos obstáculos no son sencillos de vencer. Imposibles de vencer si pensamos en nuestras pocas fuerzas. Pero para Dios todo es posible. Dejemos que Él nos transforme. Perseveremos y sigamos adelante, con la Gracia de Dios como viento que llene las velas de la esperanza. Dios quiera hacerlo posible. 🙏🙏🙏
miércoles, 2 de marzo de 2022
Limosna, ayuno y oración, están unidas a la reconciliación. (Oremos por Ucrania)
Hoy iniciamos la Cuaresma. Un tiempo muy especial para todos los católicos, que además, coincide con la terrible invasión rusa a Ucrania. Quizás podamos orar, dar limosna y ayunar, pensando en el sufrimiento de millones de personas inocentes, por causa de la soberbia de los políticos que tenemos que padecer en este siglo XXI. Leamos lo en el 4/3/2012 escribimos, empezando por un estupendo texto de San Juan Crisóstomo:
martes, 14 de septiembre de 2021
Caminando hacia el abismo de lo cotidiano
Actualmente vivimos un época especialmente oscura. Lo sagrado, lo trascendente, ya no genera inquietud entre nosotros. La tecnología nos ofrece sucedáneos mucho más atractivos. Podemos empezar por sustituir la conciencia de sí mismo, por la distracción constante que nos ofrece la tecnología. Podemos vivir una vida irreal de miles de formas atractivas, aunque absolutamente vacías. La vida ya no es una chispa, sino más bien, un avatar digital dentro de un entorno diseñado para tenernos entretenidos y tranquilos. Cada vez somos más dóciles ante la sociedad.
¿Y la religión y la fe? La Iglesias se vacían. Los ritos quedan reducidos a costumbres sociales que nos gusta repetir para sentirnos mejor. El Papa actual tiene razón cuando dice «No nos resignemos a una fe que vive de ritos y de repeticiones». Ritos vacíos que se repiten como costumbre. Ritos que intentan emular la Liturgia, pero sólo llegan a reproducir su estética. Ritos que no parten de lo más profundo de nuestro ser, sino de repeticiones sin sentido alguno. El Papa tiene razón, pero lo interesante es pensar hacia donde tenemos que ir para dar sentido sagrado a todo lo hacemos en la vida. Nunca quedarnos con la opción negativa que tanto gusta a muchos: que desaparezca aquello que tiene valor incalculable, pero no llegamos a darle vida. La "nada" de Sartre. Nada que se propone que desaparezca y no se busca llenar de entendimiento. Los ritos que no tienen sentido son meras repeticiones culturales. El verdadero rito es Liturgia. Lo es porque nos llena de sentido, nos acerca y re-liga a Dios. Nuestro deber es penetrar en el sentido de los ritos litúrgicos para que podamos encontrar el "Agua Viva" en su interior.
¿Qué sentido tiene lo sagrado y consagrarnos personalmente, cuando todo lo que nos rodea se va convirtiendo en un metaverso virtual? Un metaverso creado por el ser humano a su medida y según sus intereses. ¿Nos sorprende que ya no haya espacios en la red que hablen de lo trascendente? ¿Nos sorprende que la Tradición se convierta en una serie de estéticas, costumbres y filiaciones grupales? No hace mucho leía a una persona que se presenta como hiper-tradicionalista y preguntaba en las redes si rezar unos misterios u otros en sábado son líneas rojas para quienes se consideran "tradis". Hace poco veía un meme donde se indicaba cuándo persignarse en forma de caricatura y sin mostrar el sentido de trazar la señal de la cruz sobre nosotros. También me sorprende la cantidad de imágenes devocionales que muestran caricaturas de santos, la Virgen, de Cristo o Dios Padre. Esto es lo que nos ofrecemos unos a otros en estos momentos para vivir la fe. Sin duda, sólo llegamos a una fe socio-cultural profundamente postmoderna. La Tradición Apostólica es desconocida y rechazada como si fuese puramente estética y costumbres humanas. Ahora, el tradicionalismo aparente se llena de estéticas del siglo XIX que venera por encima de Dios. Estos son los tiempos que vivimos. Tiempos llenos de contradicciones, partidismos y dolor.
Hace un rato leía el post publicado en este blog el 15 de febrero del 2009: "Qué es lo sagrado" y comparaba mi limitada e incapaz forma de hablar de estos temas, con la realidad que vivo y vivimos. Decía en este post que: " Por lo tanto, lo sagrado no es cotidiano en nuestra vida. Si llevamos lo sagrado a convertirse en cotidiano, pierde su sentido. Por otra parte, a lo sagrado debemos un respeto reverencial, porque nos enlaza, re-liga, con la Divinidad, con Dios.". Hemos hecho que nuestra fe sea algo cotidiano, recurrente, repetitiva, automatizada. Hemos hecho que nuestra fe se convierta en una tramoya estética ritualizada. Hemos transformado la caridad oculta en marketing que nos eleva a convertirnos en famosos influencers que ganan dinero por medio de la fe. Sí. Esa fe de la que Cristo nos dice que debemos de dar gratis lo que hemos recibido gratis (Mt 10,8). En estos momento hay que dar gracias a Dios cuando la misa a la que asistimos no es un show socio-cultural, aunque sea profundamente superficial.
Caminamos hacia el abismo de lo cotidiano. Ya nos estamos despeñando. El abismo en el que perdemos todo lo que nos re-liga, transforma y nos ata a Dios. El abismo que termina de destrozar la naturaleza herida que llevamos con nosotros. Dios nos ayude y nos permita seguir adelante sin perder la Esperanza.
jueves, 27 de mayo de 2021
PROCATEQUESIS - San Cirilo de Jerusalén
Anteriormente habéis dado el nombre (nota 2), ahora se os llama a la milicia. Tened en las manos las lámparas para salir a buscar a la esposa: tenéis el deseo de la ciudad celeste, el buen propósito y la lógica esperanza. Pues es veraz el que dijo: «A los que aman a Dios todo les contribuye al bien» (nota 3). Pues Dios es generoso para hacer el bien y, por lo demás, espera la sincera voluntad de cada uno; por eso añade el Apóstol: «A aquellos que han sido llamados según su designio». Cuando existe un propósito sincero, hace que seas llamado; pero si sólo tienes dispuesto el cuerpo, pero estás ausente con la mente, perderás el tiempo.
No ir al bautismo sólo por curiosidad
2. Al bautismo se acercó también en cierta ocasión Simón Mago, pero no se sintió iluminado: y realmente bañó su cuerpo en el agua, pero no dejó que el Espíritu iluminase su corazón; el cuerpo bajó a la piscina; pero el alma no quedó sepultada con Cristo ni resucitó juntamente con él. Pongo este caso como ejemplo para que tú no caigas. Pues todo esto les sucedía a ellos en imagen (nota 4) y ha sido escrito para enseñanza de los que viven hasta el día de hoy. Que nadie de vosotros se vuelva intrigante con las cosas de la gracia para que no le turbe ningún germen de amargura. Que nadie de vosotros entre diciendo: veamos qué hacen los fieles; una vez dentro, veré lo que hacen. ¿Es que crees que verás sin que tú seas visto? ¿O es que piensas que te enterarás de lo que allí se hace, pero que Dios no escrutará tu corazón?
Entrar al banquete con el vestido apropiado
3. Se cuenta en los evangelios que alguien fue a curiosear en unas bodas, pero entró con un vestido inapropiado, se acomodó y comió. El esposo lo había permitido. Pero al ver las vestiduras blancas de todos, lo oportuno hubiera sido vestirse del mismo modo. Y realmente tomaba los mismos alimentos que los demás, pero se diferenciaba en el vestido y en la intención. Entonces el esposo, aunque magnánimo, era hombre de criterio. Y al dar una vuelta contemplando a cada uno de los comensales, ponía su atención no en el hecho de que comían sino en el modo de comportarse. Al ver a un extraño vestido con traje que no era de fiesta, le dijo: «Amigo, ¿cómo has entrado hasta aquí?» (nota 5) ¿Con qué vestido? ¿con qué conciencia? Pase que el portero no te lo haya prohibido por la liberalidad del dueño. Pásese también por alto que ignorabas con qué vestido era preciso entrar al banquete. Pero, una vez dentro, viste los vestidos resplandecientes de los comensales. ¿No debías haber aprendido de tus propias observaciones? ¿No debiste entrar del modo adecuado para poder salir también adecuadamente? Pero entraste de manera intempestiva y fuiste también intempestivamente expulsado. (El dueño) ordena a sus servidores: «Atadlo de pies» (nota 6), pues con ellos entró temerariamente; «atadlo de las manos», con las que no supo ponerse un vestido resplandeciente, y «arrojadlo a las tinieblas exteriores», pues es indigno del banquete nupcial. Ves lo que le sucedió a aquel hombre; mira, pues, con cautela por tus cosas.
Disponerse rectamente
4. De hecho nosotros somos ministros de Cristo y acogemos a cualquiera y, haciendo las veces de portero, franqueamos la entrada. Puede ser que entres con un alma de pecador manchada en fango. Entraste, fuiste admitido, tu nombre quedó inscrito ¿Te das cuenta del aspecto venerable de la Iglesia? ¿Ves el orden y la disciplina? ¿Ves la lectura de las Escrituras canónicas, el constante recuerdo de las personas señaladas en los catálogos eclesiásticos, el orden y la formalidad en la enseñanza. Deben instruirte tanto el respeto al lugar como la contemplación de lo que ves. Mejor si ahora sales oportunamente, para luego entrar en un momento mucho más oportuno. Si ahora entraste con el vestido interior de la avaricia, deberás volver a entrar con otro; despójate y no te cubras con el vestido que llevaste. Desvístete, te ruego, del libertinaje y la inmundicia y cúbrete con la estola resplandeciente del pudor. Yo te lo advierto antes de que entre el esposo de las almas, Jesús, y examine las vestiduras. Tienes tiempo a tu disposición: se te concede la penitencia de los cuarenta días; tienes una grandísima oportunidad de desvestirte y lavarte, y de vestirte de nuevo y entrar. Pero si te mantienes en el mal propósito de tu alma, la culpa no será de quien te está advirtiendo: no esperes recibir la gracia. Te recibirá el agua, pero no te acogerá el espíritu. Quien se haga consciente de su propia herida, recibirá un bálsamo; si alguno está caído, se levantará. Que nadie sea entre vosotros como el mencionado Simón, que no haya simulación alguna, ni interés en averiguaciones inoportunas.
La misma Iglesia purificará tu intención
5. Es posible que te guíe también otro pretexto. Alguna vez sucede que un hombre viene aquí para granjearse el amor de una mujer o algo semejante: y también puede decirse lo mismo a la inversa. Igualmente, tal vez es el siervo el que ha querido agradar a su amo, o un amigo a su amigo. Pero acepto la atracción de este cebo y te acojo, aunque vengas con una intención torcida, con la buena esperanza de que te salves. Acaso no sabías a dónde venías ni cuál era la red que te cogía. Caíste en las redes de la Iglesia: con vida serás cogido; no huyas; es Jesús quien te ha echado el anzuelo, y no para destinarte a la muerte, sino para, entregándote a ella, recobrarte vivo: pues es necesario que tú mueras y resucites, si es cierto lo dicho por el Apóstol: «Muertos al pecado, pero vivos para la justicia» (nota 7). Muere a los pecados y vive para la justicia; hazlo desde hoy.
6. Catecúmeno/Resonar: Considera con qué dignidad te regala Jesús.
Te llamaban catecúmeno porque en ti resonaba el eco de una campana exterior: oías en esperanza, pero no veías (nota 8), oías los Misterios, pero sin comprenderlos; oías las Escrituras, aunque sin entender su profundidad. Ya no es necesario hacer que nada resuene en tus oídos, pues sólo existe el sonido interior a ti: pues el Espíritu que habita en ti (nota 9) hace de tu corazón una morada divina.
Cuando oigas lo que está escrito de los Misterios, entenderás lo que ignorabas. Y no creas que lo que recibirás es de escaso valor. Pues siendo tú un hombre miserable, será Dios quien te pondrá nombre. Escucha a Pablo cuando dice: «Fiel es Dios» (nota 10). Oye el otro pasaje de la Escritura: «Dios fiel y justo» (nota 11). Viendo esto anticipadamente, el salmista dijo de parte de Dios y previendo que los hombres recibirían de Dios un nombre: «Yo dije: dioses sois e hijos todos del Altísimo» (nota 12). Pero guárdate de llevar un nombre insigne con un propósito torcido. Has entrado en la lucha, soporta el esfuerzo de la carrera; no dispones de otra oportunidad semejante (nota 13). Si lo que se te propusiese fuese la fecha de la boda, ¿acaso no te ocuparías en la preparación del banquete dejando otras cosas? ¿Serás capaz de ocuparte de lo corporal, olvidándote de lo espiritual, justo cuando estás preparando tu alma para consagrarla al esposo celestial?
Sólo hay un bautismo
7. No es posible recibir el bautismo (nota 14) una segunda o tercera vez, pues si así fuese, se podría decir: lo que salió mal una vez, lo arreglaré en otra ocasión. Pues si una vez salió mal, la cosa no admite arreglo(nota 15), pues «uno es el Señor, una es la fe y único el bautismo» (nota 16). Sólo los herejes son bautizados de nuevo cuando en realidad no se hubiese dado este bautismo.
Buena disposición de ánimo
8. Pero Dios pide de nosotros otra cosa que una buena disposición de ánimo. No digas: ¿Cómo se me perdonarán los pecados? Te respondo: con que quieras y creas. ¿Qué hay que sea más sencillo que esto? Pero si tus labios expresan el deseo, pero no lo expresa tu corazón, sábete que el que puede juzgar es conocedor de los corazones. Abandona desde este día toda maldad; que no profieras palabras gruesas con tu lengua; que no peque más tu ojo ni vague tu pensamiento entre realidades vanas.
Perseverancia en las catequesis
9. Estén prontos tus pies para las catequesis. Recibe con buen ánimo los exorcismos: al ser insuflado o exorcizado, que ello te sirva para la salvación. Piensa que el oro es algo infecto y adulterado, mezclado con diversas materias como el cobre, el hierro y el plomo (nota 17). Lo que deseamos es oro solo, pero sin el fuego no puede ser expurgado de los elementos ajenos mezclados con él: así, el alma no puede ser purificada sin los exorcismos, que son de origen divino y deducidos de las Escrituras. Tu rostro fue cubierto con un velo para que tu mente pudiese estar más atenta y para que tu mirada dispersa no hiciese que también se distrajese tu corazón. Pero aunque los ojos estén velados, nada impide que los oídos reciban la ayuda de la salvación. Pues como los que expurgan el oro soplando al fuego con finos instrumentos funden el oro que está dentro del crisol, y al avivar la llama consiguen mejores resultados (nota 18), así los exorcizados expulsan su temor gracias al Espíritu divino y hacen revivir su alma alojada en su cuerpo como en un crisol. De ese modo huye el diablo hostil, pero se asienta la salvación y permanece la esperanza de una vida eterna. El alma, liberada del pecado, obtiene la salvación. Permanezcamos, pues, en la esperanza, hermanos; esforcémonos y esperemos para que el Dios de todas las cosas, viendo el propósito de nuestra mente, nos limpie de los pecados, nos permita esperar lo mejor de nuestras cosas y nos conceda una saludable penitencia. Dios es el que ha llamado y tú el que has sido llamado.
10. Persevera en las catequesis
Aunque nuestra oratoria posterior será más amplia, que tu ánimo no decaiga nunca. Pues recibirás armas contra los poderes enemigos; recibirás armas contra los herejes, los judíos, los samaritanos y los gentiles. Tienes múltiples enemigos: recibe dardos múltiples, pues contra muchos habrás de luchar; has de aprender cómo vencer al griego, cómo luchar contra el hereje, contra el judío y contra el samaritano (nota 19). Las armas están preparadas, y está plenamente dispuesta la espada del Espíritu (nota 20). Las manos deben luchar valerosamente para combatir la batalla del Señor, para vencer a las potestades que se oponen, para que permanezcas invicto de todas las asechanzas de los herejes.
La exposición será progresiva
11. Pero te doy un consejo. Aprende lo que se diga y guárdalo para siempre. No creas que éstas son las homilías acostumbradas: son de calidad y dignas de fe. Pero si en ellas hay en un día determinado algo que no se dice, lo aprenderemos al día siguiente. Pero la doctrina, ordenadamente expuesta, acerca del bautismo de la regeneración (nota 21), ¿cuándo se transmitirá otra vez si hoy se descuida? Piensa que es tiempo de plantar árboles; si no cavamos y penetramos hasta el fondo, ¿cuándo será posible plantar otra vez de modo correcto lo que ya en una ocasión se ha plantado mal? Piensa que la catequesis es un edificio; si no cavamos y ponemos los cimientos, y si no se traba ordenada y adecuadamente la estructura de la casa, de modo que nada quede suelto o cortado y el edificio se convierta en ruinas, todo el trabajo realizado será inútil. Conviene poner ordenadamente una piedra junto a otra y situar un ángulo frente a otro; al suprimir los salientes, surgirá un edificio proporcionado. Del mismo modo, te traemos hasta aquí como las piedras de la ciencia: habrá que oír lo que se refiere al Dios vivo; lo que se refiere al juicio; es necesario oír acerca de Cristo y acerca de la resurrección. Se dicen también ordenadamente otras muchas cosas que ahora(nota 22) se mencionan de modo disperso, pero que se expondrán en su lugar adecuado. Estas cosas debes entenderlas unitariamente, relacionando en la memoria afirmaciones anteriores y posteriores. En caso contrario, el arquitecto construirá bien, pero el edificio será frágil y a punto de caer.
Guardar el secreto de lo que se escucha
12. Cuando se dé una catequesis, si un catecúmeno te pregunta qué han dicho los doctores, no cuentes nada al exterior (nota 23). Es el Misterio y la esperanza de la vida futura lo que te transmitimos. Guárdale el secreto a Aquél que te da sus dones. Que nadie te diga nunca: ¿qué mal te causa esto si también yo lo habré de aprender? Porque también los enfermos suelen pedir vino; pero si se les da cuando no se debe, se les ocasiona un delirio, con lo que se origina un doble mal: muere el enfermo y se critica al médico. Lo mismo sucede al catecúmeno que oye de quien tiene fe en los Misterios: el delirio lo padece el catecúmeno (pues al no conocer lo que ha oído, lo denigra haciéndolo objeto de burla), pero a la vez el fiel es condenado como traidor. Tú ya estás en la divisoria (nota 24); procura no hablar de modo temerario. No es que lo que se dice sea indigno de ser contado, sino que ciertas cosas no deben ser confiadas a algunos. También tú fuiste catecúmeno, y no te contaba lo que yo aquí decía; cuando conozcas por tu experiencia la sublimidad de lo que se enseña, entonces entenderás claramente que los catecúmenos no deben oír todavía todo eso.
Estar atentos a todos los detalles
13. Todos los que os habéis inscrito habéis sido engendrados como hijos e hijas de una misma madre (nota 25). Cuando entréis poco antes del momento de los exorcismos, hable cada uno de vosotros lo referente a la piedad. Y mirad si falta alguno de vosotros. Cuando se te invita a un banquete, ¿es que no esperarás a quien está invitado juntamente contigo? Y si tienes un hermano, ¿acaso no buscarás lo que es bueno para ese hermano? No indagues después lo que no te atañe, ni te intereses por lo que sucede en la ciudad o en el pueblo, ni por lo que hacen el emperador, el obispo o el presbítero. Mira hacia arriba: es lo que pide tu «kairós»(nota 26). ¡Basta ya; sabed que yo soy Dios! (nota 27). Si ves a algunos fieles ociosos y libres de preocupaciones, es porque se sienten seguros, son conscientes de lo que han recibido y tiene la gracia consigo. Tú estás todavía en la duda de si serás o no admitido; no imites a los despreocupados (nota 28), pues no debes abandonar el temor.
14. Cuando se haga el exorcismo, mientras se acercan los que han de recibirlo, estén juntos los hombres con los hombres y las mujeres con las mujeres. Hago referencia con esto al arca de Noé, en la cual estaban Noé y sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos (nota 29). Y aunque una era el arca, con su puerta cerrada, todo se dispuso con decencia. Igualmente, aunque la iglesia esté cerrada y todos vosotros dentro, esté todo separado para que estén los hombres con los hombres y las mujeres con las mujeres, de modo que lo que quiere ser ayuda para la salvación no se convierta en ocasión de perdición. Pues aunque sea hermoso sentarse unos junto a otros, debe quedar lejos el peligro de turbación. Y entonces, sentados los hombres, tengan algún libro útil en las manos. Que uno lea y el otro escuche. Si no tienen libro, uno ore y el otro hable algo útil. Esté también agrupado el conjunto de las vírgenes, que deben salmodiar o leer, pero en silencio: deben hablar los labios, pero no debe llegar la voz a oídos ajenos. No tolero que la mujer hable en la asamblea (nota 30). y la casada actúe también de modo semejante: que ore y mueva sus labios, pero no se oiga su voz, imitando lo dicho por Samuel de que del alma estéril brote la salvación de Dios benévolos (nota 31), pues a eso es a lo que se refiere Samuel.
Mantener el interés
15. Veré el interés de cada hombre y la piedad de cada mujer. Inflámese la mente de piedad, puesto que cada alma será moldeada. Humíllese y macháquese la dureza de la infidelidad, despréndanse las escorias superfluas del hierro quedando sólo lo que es puro: que se pierda la herrumbre para que aparezca el material noble. Que Dios os muestre en alguna ocasión aquella noche y las tinieblas convertidas en luz de las que se dice: «Ni la misma tiniebla es tenebrosa para ti, y la noche es luminosa como el día» (nota 32). A cada uno de vosotros se le abrirá entonces la puerta del paraíso(nota 33). Entonces gozaréis de las aguas llenas de fragancia y que os traen a Cristo. Que percibáis entonces la llamada de Cristo y la fuerza de las realidades divinas (nota 34). Mirad ya ahora hacia arriba con los ojos abiertos de la mente: contemplad en vuestro ánimo los coros de los ángeles, al Padre señor de todas las cosas en su trono, al Hijo unigénito sentado con él a su derecha y al Espíritu presente junto a ellos, y a los tronos y dominaciones como siervos. E imaginad que cada uno de vosotros ya haya conseguido la salvación. Vuestros oídos lo habrán escuchado: desead oír aquella voz hermosa con que os aclamarán los ángeles al recibir vosotros la salvación: «¡Dichoso el que es perdonada su culpa, y le queda cubierto su pecado! (nota 35). Entraréis entonces como astros de la Iglesia resplandecientes en vuestro cuerpo y en vuestra alma.
Exhortación al proceso en el que se va a entrar
16. Y realmente es algo grande el bautismo de que hablamos: rescate de los cautivos, perdón de los pecados, muerte del pecado, nuevo nacimiento del alma, vestidura luminosa, santo sello imborrable (nota 36), vehículo al cielo, delicias del paraíso, medio para el Reino, don de la adopción como hijos. Por lo demás, ten en cuenta que el dragón observa junto al camino a quienes pasan: procura que no te muerda por tu infidelidad; él ve a los muchos que se salvan y busca a quien devorar (nota 37). Te acercas al Padre de los espiritus (nota 38), pero es necesario pasar por aquel dragón. ¿Cómo le evitarás? Calza tus pies con el celo por el evangelio de la paz (nota 39), para que, aunque te clave el diente, no te hiera: ten la fe en tu interior y una esperanza firme. Cálzate bien para que entres hasta el Señor aunque el acceso esté ocupado por el enemigo (nota 40). Prepara tu corazón para recibir la enseñanza y para la participación en los santos Misterios. Ora frecuentemente para que Dios te regale con los Misterios celestes e inmortales, y no le dejes ni de día ni de noche. Y cuando el sueño se aparte de tus ojos, que tu mente se ocupe en la oración. Si ves que algún torpe pensamiento asalta tu alma, que te ayude la idea del juicio, que te recordará la salvación; ten ocupada tu mente en aprender para que olvide los pensamientos depravados. Si ves a alguien diciéndote: ¿Entrarás allí para bajar al agua? ¿Acaso no tiene baños la nueva ciudad? (nota 41), sábete que el dragón marino maquina estas cosas contra ti (nota 42); no atiendas a las voces de quienes te hablen, sino al Dios que actúa (nota 43). Guarda tu alma para que no puedas ser cogido por artimañas, de modo que, manteniéndote en la esperanza, llegues a ser heredero de la salvación eterna.
17. En verdad anunciamos y enseñamos estas cosas en cuanto hombres: no construyáis este edificio nuestro con heno, pajas y rastrojos, para evitar sufrir daño si llega a arder. Haced la obra con oro, plata y piedras preciosas (nota 45). Yo te lo digo, pero es a ti a quien toca poner manos a la obra, que es Dios quien debe rematarla. Afirmemos nuestra mente, pongamos en tensión nuestra alma, preparemos el corazón: nos va en ello la vida, pues esperamos las realidades eternas (nota 45). Pero poderoso es Dios (que ha escrutado vuestros corazones y ha percibido quién es veraz y quién es falso) como para proteger al sincero y hacer fiel al hipócrita y al simulador. Pues Dios puede hacer fiel al infiel con tal de mostrarle el corazón.
Que sea él quien borre el protocolo que existe contra vosotros (nota 46) y que se olvide de vuestros anteriores delitos, alistándoos en la Iglesia y haciéndoos soldados suyos mientras os ciñe las armas de la justicia: que os llene de las realidades celestiales de la nueva Alianza y os conceda eternamente el sello imborrables (nota 47) del Espíritu Santo: en Cristo Jesús nuestro Señor, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos (nota 48). Amén.
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