domingo, 28 de mayo de 2023

Los templos se convierten en museos. ¿Dónde encontrar un espacio sagrado?

Iglesia de la Virgen María. Torun, Polonia

Seguramente todos hemos visto cómo los templos más antiguos y bellos, se van convirtiendo en museos. Se realizan visitas turísticas guiadas donde lo que se resaltan los aspectos profanos, estéticos e históricos. Se olvida lo más importante, el sentido del espacio sagrado como catalizador o facilitador de nuestra cercanía con Dios. Verdad, Bondad y Belleza se desligan e incluso, se enfrentan. Para el ser humano del siglo XXI son un fines inconexos e independiente. Para quien cree en Dios, son caminos que nos elevan y acercan a Dios.

Sin duda, hay personas que se convierten cuando acceden a un bello templo. ¿Por qué? Porque la admiración deja la puerta de su ser abierta. El Espíritu Santo consigue desbloquear el diapasón del espíritu  y hacer que vibre a la frecuencia de Dios. Sucede como cuando tenemos una copa que vibra a la frecuencia de un sonido. Pero, los templos son espacios sagrados que los fieles podemos y debemos vivir de forma activa. No creo que haya muchos templos que utilicen la belleza para evangelizar a sus propios fieles. En las catequesis no se muestra el sentido que tienen las proporciones, formas, imágenes colores, música, cantos, ceremonias y hasta los movimientos y posturas que fieles y sacerdotes tomamos o realizamos. Incluso santiguarse frente al altar, tiene un profundísimo significado que nadie nos explica y señala. Si no comprendemos, ignoramos.

Cuando somos conscientes de esto, comprendemos la razón por la que la Liturgia va haciéndose más y más socio-cultural con el tiempo. Cuando no comprendemos las razón y sentido del Tesoro Escondido, lo terminamos usando como pisapapeles. Cuando la Perla valiosa es sólo una bonita bolita, la podemos usar para jugar. Cuando el Aceite de las Vírgenes sensatas se utiliza para freír comida, no tendremos reservas para esperar al Novio. Aquí tienen una bella imagen de un Cristo en la Cruz que tomé hace una semana en la Catedral de Toruń (Polonia). Es una imagen bella, sencilla. Si se fijan, tiene un reclinatorio justo debajo de ella. ¿Por qué?


Cristo crucificado Catedral de Torun (Polonia)

Podemos mirar el belleza de la imagen y pensar en su estilo artístico, formas, colores y antigüedad. Ahora, también podemos tomar una postura diferente a la de un simple turista y acercarnos y arrodillarnos delante de Dios frente a la imagen. Arrodillados podemos mirar la imagen y orar, meditar y sobre todo, abrir nuestro ser al Espíritu Santo. Entonces, quizás, veremos que la bella escultura es imagen y semejanza de la pasión del Señor. En la crucifixión, un sorprendido centurión dijo: ...este era verdaderamente el Hijo de Dios (Mt 27,54). ¿Podríamos decir, sentir y ser conscientes de ello? 

Quizás con la ayuda del Espíritu Santo podamos hacerlo. De rodillas, simbolizamos que humildemente dejamos que Dios nos llene de su Agua Viva  y Espíritu. Sólo sin nacemos de nuevo del Agua y del Espíritu podremos entrar en el Reino de Dios (Jn 3,5-7). Pero ¿Qué es el Reino de Dios? Nos dejó claro el Señor que el Reino de Dios no es de este mundo (Jn 18,36). Al Reino de Dios se llega siguiendo el Camino, la Verdad y la Vida, que es Cristo. Cada vez que rezamos el Padre Nuestro pedimos que Reino de Dios venga a nosotros y nos llene de sentido. Frente a una imagen, dentro de un bello templo y con el ser abierto al Señor, veremos la Puerta que es Cristo y cómo invita a entrar: Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos (Jn 10, 9).

Actualmente no es sencillo andar las pisadas del Señor. Nunca lo ha sido. Tenemos miles de placenteras distracciones, aficiones y motivaciones, que nos señalan otras sendas diferentes. Quizás la senda socio-cultural es la que la Iglesia promociona con más fuerza. No es una mala senda, porque ayuda a los demás. Los ayuda por filantropía, por solidaridad, por ser ellos. Pero se olvida que nuestros hermanos son imagen y semejanza viva de Dios. Nunca viene mal hacer el bien. Nunca es rechazable atender los aspectos sociales y culturales. Pero hemos sido llamados para elevarnos hacia el Reino de Dios al mismo tiempo que hacemos el bien en la tierra. 

¿Esta mal convertir los templos en museos y fomentar la visitas turísticas? Si se hace con respeto, está bien, pero no deja de ser limitado y limitante. Pero quizás debamos recordar que la trascendencia, la sacralidad, nos llena de sentido. ¿Dónde encontrar un espacio sagrado actualmente? Recordemos que cada uno de nosotros somos templos del Espíritu. Quizás este sea el último reducto sagrado al que podremos acceder dentro de poco.




sábado, 6 de mayo de 2023

Clemente de Alejandría. ¿Qué es el Misterio Cristiano?


¿Qué es el Misterio Cristiano? Sin duda no es algo oculto por el ser humano. Tampoco es un conocimiento que unos pocos conozcan. 

El Señor no reveló a muchos lo que no estaba al alcance de muchos, sino a unos pocos, a los que sabía que estaban preparados para ello, a los que sabía que podían recibir la palabra y configurarse con ella. Los Misterios, como el mismo Dios, se confían a la palabra (viva), no a la letra. Y si alguno objeta que está escrito que «nada hay oculto que no haya de manifestarse, ni escondido que no haya de revelarse» (Mt 10, 20), le diremos que la misma palabra divina anuncia que el secreto será revelado al que lo escucha en secreto, y que lo oculto será hecho manifiesto al que es capaz de recibir la tradición transmitida de una manera oculta, como la verdad. De esta suerte, lo que es oculto para la gran masa, será manifiesto para unos pocos. ¿Por qué no todos conocen la verdad? ¿Por qué no es amada la justicia, si ella está en todo el mundo? Es que los Misterios se comunican de manera misteriosa, para que estén en los labios del que habla y de aquel a quien se habla; o, mejor dicho, no en el sonido de la voz, sino en la inteligencia de la misma. Dios concedió, en efecto, a la Iglesia, «que unos fueran apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y maestros, para perfeccionamiento de los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo» (Ef 4, 14) 21. (Clemente de Alejandría. Stromata. I, 1, 13, 2)

Le Misterio Cristiano es la misma Gracia de Dios que nos transforma para ser bienaventurados. Nos transforma según el designio de Dios. Cada cual con su carisma y talentos. Todos, unidos y reunidos en Nombre del Señor, conformamos un maravilloso mosaico.

Tenemos que rogar a Dios que haga posible que abramos la Puerta cuando Él llama. Sólo Él tiene Palabras de Vida Eterna. Él es el Logos de Dios.

martes, 18 de abril de 2023

¿Qué somos los cristianos del siglo XXI? Parásitos o figurantes



¿Qué somos los cristianos del siglo XXI? He leído una serie de frases interesantes de un Obispo estadounidense. Un obispo que tuvo un fuerte impacto evangelizador en su tiempo. Mons Fulton Sheen:


Un católico que no se esfuerza de difundir su Fe es un parásito en la vida de la Iglesia. Quien no da fruto es como un árbol derribado en el camino, que impide la marcha del ejército de Dios. Quien no es un espíritu conquistador es un renegado (Mons. Fulton J. Sheen. "The Cries of Jesus from the Cross: A Fulton Sheen Anthology", p. 239)

Parásito es un animal que se alimenta de las sustancias que elabora otro ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad. Yo no llamaría “parásito” a todos los católicos que no evangelizan. Muchos católicos no evangelizadores no se nutren de la Iglesia ni se aprovechan de ella. También es cierto que los católicos no evangelizadores sí generan daños o enfermedades eclesiales, empezando por el sobredimensionamiento de las estructuras humanas. Personalmente, me parece que los católicos no evangelizadores son más bien, figurantes o extras, de una gran obra. Estos figurantes forman parte del decorado, pero no resultan esenciales en la trama ni en el montaje de la obra. Tampoco tienen razones para conocer la obra, ya que sólo actúan haciendo lo que les dicen que hagan. Coincido con Mons Fulton en que un católico no evangelizador es como un árbol derribado en el camino, pero no veo que detengan al “ejercito de Dios”. Podemos generar problemas o enlentecer la marcha. Pero no podemos detener a la Voluntad de Dios.
Sigamos con el texto. ¿Quién no es un conquistador es un renegado? Creo que no es algo tan sencillo de enunciar. El evangelizador no es un conquistador, sino algo mucho más humilde. Se trata de lanzar las Semillas del Reino. El sembrador no necesita conquistar nada. Encontramos nuestro sentido en la propia difusión del Evangelio. Según cada tipo de suelo, las semillas darán lugar a frutos mejores, peores o ningún fruto. Pocas semillas germinan realmente. Cristo lo indico cuando dijo que muchos son los llamados, pero pocos los escogidos (Mateo 22:14). Esto lo deja claro Mons Fulton J. Sheen en el siguiente párrafo de la cita:

La antorcha de la fe nos fue dada no para deleitar nuestros ojos, sino para encender las antorchas de nuestros semejantes. Si no nos quemamos y no estamos en llamas por la Causa Divina, una invasión glacial barrerá la tierra, entonces será el fin, porque: “Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?” (Lc 18,8). (Mons. Fulton J. Sheen. "The Cries of Jesus from the Cross: A Fulton Sheen Anthology", p. 239)

Quien no se humilla ante Dios, nada puede. No está nada claro que Cristo encuentre fe en la tierra, cuando vuelva. ¿Por qué? Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos. Por muchas Semillas que lancemos no serán muchos los que se interesen realmente. Ir al Banquete requiere dejar lo que estamos haciendo para seguir al Señor. Esto es hoy en día muy complicado. La “invasión glacial” que Mons Fullton señala siempre ha existido. Incluso en los tiempos en que la cristiandad era una sólida realidad político-social y cultural. Entonces eran pocos los que pasaban del primer escalón de atrio de la sala de invitados al banquete. Allí se quedaban como los mercaderes del templo. Ocupados con sus negocios e indiferentes a la trascendencia que les espera en el Sancta Sanctorum. Hoy nos pasa lo mismo. Lo que nos diferencia es que ya no hace falta aparentar lo que no somos. Simplemente nos reímos de quienes llaman al Banquete, No nos hace falta aparentar en el Atrio. ¿Atrio? ¿Qué tiene que ver un atrio con esto? Atrio no es una palabra más dentro de este humilde texto que está leyendo. Tiene sentido llamarlo así. Veamos la razón: Atrio (del latín atrium) fue el patio de entrada a la típica casa romana. También existía en algunos templos romanos. Su utilización paso de la arquitectura romana a la paleocristiana y de esta a la medieval. Es el patio con cerramiento porticado, que precede a la entrada de un edificio. ¿Qué función tenía este espacio? Era una zona de espera para las personas interesadas en conocer la fe. Era un espacio especialmente dedicado la primera evangelización. Muchos católicos llegan al atrio siendo muy jóvenes, pero nadie les conduce dentro. Su conocimiento y entendimiento de la fe, no pasa de ser socio-cultural y nadie se preocupa de ello. Se podría llamar “cristianismo horizontal”. Un cristianismo centrado en lo puramente humano y social. ¿Qué pasaba cuando en el pasado una persona era evangelizada y quería entrar en el templo? En ese momento empezaban las catequesis pre-bautismales. No se realizaban en le atrio, sino en el nártex. ¿Nártex? Otra palabra nueve ¿Qué era el nártex? El nártex era una sala techada entre el atrio y la puerta del templo. Era un espacio que guarecía a los que estaban allí y que además, propiciaba el recogimiento y cierta discreción en los temas que se trataban. Una vez la persona había sido bautizada, ya podía entrar en el templo en las celebraciones sacramentales. Pero no era el final. Mientras no recibiera la comunión tenía que volver a salir una vez acababa la Liturgia de la Palabra. Para estar presente en la Eucaristía, era necesario haber recibido por primera vez este sacramento. Para recibirlo, se necesitaban catequesis mistagógicas y pruebas evidentes de compromiso. Hoy en día hay unos pocos cristianos en el Nártex. Esperan catequesis que les muestren los “Misterios” y les ayuden a ser conscientes de su Fe. Esperan que las puertas del templo se abran y el velo se rasgue. Como pueden ver, el acceso a la fe iba desarrollándose en etapas, de forma similar a lo que hacemos ahora, pero con objetivos muy diferentes. Nos pasa como en muchas cosas, nos quedamos en lo aparente y olvidamos lo esencial. Nos gusta poner por delante el “aggiornamento” en las formas y despreciamos lo sustancial del ser profundo. El marketing prioriza la propaganda sobre la propagación de la Fe. Este marketing no es algo inocuo. Nos distrae de lo sustancial. Hace que obviemos las “incómodas” bases de nuestra fe. Por ejemplo, eso de negarnos a nosotros mismos o que todo el que quiera salvar su vida, la perderá. No lo digo yo, está bien escrito en los Evangelios. Volvamos a la pregunta inicial ¿Qué somos los cristianos del siglo XXI? Somos pobres criaturas, imperfectas, llenas de problemas, dudas, enfrentamientos, limitaciones y acosadas por la sociedad. Si algo sale bien, es porque Dios mueve las mareas. En nuestra soberbia, creemos que “lo podemos todo” sacando y echando agua con dedales de costura. Mientras, nos peleamos entre nosotros para ver quien mueve más agua. Así somos. Nos creemos protagonistas, pero no llegamos casi ni a figurantes. Lo importante es que no perdamos la esperanza. No nos insultemos ni nos menospreciemos. Si alguien nos pisa, retirémonos para pedir perdón a Dios, sin insultar ni menospreciar a quien lo ha hecho antes con nosotros. Ya se dará cuenta de su error. Tiempo al tiempo. Repasemos la parábola del Publicano y el Fariseo. Quien salió justificado no fue quien más soberbia mostraba. Dios es quien controla las mareas del mundo. Si permite que caigan las torres de Babel, es porque la esperanza no está en ellas sino en pentecostés. La esperanza no está en que construyamos elevadas torres para llegar a Dios y que las gestionemos entre nosotros. La esperanza está en Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¿Pero no hemos vivido un pentecostés hace algunas décadas? Me remito a lo que esperábamos y los síntomas que padecemos actualmente. Llegará el nuevo Pentecostés, no tengamos duda en ello. Pronto veremos la Tierra Prometida desde lo alto del monte Nebo. Ya falta poco, pero todavía es necesario esperar.

sábado, 8 de abril de 2023

¡Christos anesti! ¡Cristo ha resucitado!


Según nos relata San Lucas, María Magdalena y Juana, y María, madre de Santiago, fueron al sepulcro y se encontraron a dos ángeles que les indicaron que no buscaran allí a Quien ha resucitado. Beda el Venerable, uno de los Primeros Padres de la Iglesia, nos habla de ello y del significado de cada elemento del relato de San Lucas.


En sentido místico puede decirse que las mujeres vinieron muy temprano al sepulcro, dándonos un ejemplo, para que vengamos a recibir el cuerpo del Señor tan pronto como desaparezcan las tinieblas de los pecados. Porque aquel sepulcro es figura del altar del Señor, en que los misterios del Cuerpo de Cristo deben consagrarse no en seda ni en paño teñido, sino en hilo puro, imagen de la sábana con la que José lo envolvió; porque el lienzo puro debe consagrarse. Y así como El ofreció a la muerte todo lo que tenía de humano, por testimonio de gratitud debemos ofrecerle sobre su altar, lo más puro de cuanto produce la tierra, lo más inocente y mortificado por medio de la penitencia, así ofreceremos el lino sobre el altar. Los aromas que llevaron las mujeres significan el olor que deben producir nuestras virtudes y la suavidad de nuestra oración, con las que debemos aproximarnos al altar. La separación de la losa representa la resiembra de los misterios que estaban encubiertos con el velo de la letra de la Ley, escrita en piedra. Pero una vez quitada la piedra que cubría el cuerpo del Señor no se le encuentra muerto sino que se le anuncia vivo, porque aun cuando hemos visto vivir a Jesús en carne mortal, ahora ya no lo vemos. "Si conocimos a Cristo según la carne, mas ahora ya no le conocemos" (2 Cor 5,16). Como vemos que los ángeles se encuentran rodeando el cuerpo del Señor en el sepulcro, así debemos creer que también se encuentran tributándole homenaje en la consagración. Por lo tanto nosotros, a imitación de las santas mujeres, cuantas veces nos acerquemos a los Sagrados Misterios, debemos inclinar nuestra frente al suelo por respeto a los ángeles y reverencia a la Santa Ofrenda, recordando que somos tierra y ceniza (Beda el Venerable. Catena Aurea Lc 24, 12)

¡ Christos anesti. Alithos anesti !
¡ Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado ¡

sábado, 24 de diciembre de 2022

¡Feliz y Santa Navidad!

 

Hoy la Verdad ha brotado de la tierra, Cristo ha nacido en la carne. Llenaos de un gozo festivo y, advertidos por el día de hoy, pensad en el Día sempiterno; desead con esperanza firmísima los dones eternos; alardead de ellos una vez que recibisteis el poder ser hijos de Dios. Por vosotros se hizo temporal el hacedor de los tiempos; por vosotros apareció en la carne el autor del mundo; por vosotros fue creado el creador. ¿Por qué vosotros, mortales todavía, halláis vuestro deleite en cosas efímeras y os esforzáis por retener, si ello fuera posible, esta vida pasajera? En la tierra ha brillado una esperanza mucho más esplendorosa, hasta el punto de que a hombres terrenos se les promete una vida celestial. Para que esto fuera creíble, Dios anticipó algo más increíble. Para hacer dioses a los que eran hombres, el que era Dios se hizo hombre; sin dejar de ser lo que era, quiso hacerse lo que había hecho. Él hizo lo que iba a ser, puesto que añadió la humanidad a la divinidad, sin perder la divinidad al tomar la humanidad. 

Nos causa asombro el parto de una virgen, y nos esforzamos por convencer a los incrédulos para que acepten este nuevo modo de nacer, a saber, que en un seno no fecundado nació el embrión de un hijo y unas entrañas libres de abrazo carnal dieron a la luz un hijo humano, sin tolerar que tuviera padre humano; que la integridad virginal permaneció cerrada en el momento de concebir e incorrupta en el momento del parto. Maravilloso es este poder, pero aún hemos de admirar más la misericordia, gracias a la cual quien pudo nacer así, así quiso nacer. Era ya hijo único del Padre quien nació como hijo único de su madre; fue hecho en la madre quien se había hecho una madre; siendo siempre eterno junto al Padre, se hace hodierno naciendo de una madre; fue hecho de una madre después de ella quien, sin haber sido hecho, nació del Padre antes de todas las cosas; el Padre nunca existió sin él, y sin él nunca hubiese existido su madre. (Sermón 192. San Agustín)

martes, 20 de diciembre de 2022

La Navidad. Más allá del racionalismo o el emotivismo

La Navidad debería ser uno de los tiempos más importantes para los cristianos. Más allá de la racionalidad de la verdadera fecha de nacimiento del Señor, lo importante, lo sustancial, lo trascendente, es que Dios nació entre nosotros para enseñarnos y entregar su vida por nosotros. Pero, lo sustancial ha quedado relegado por lo comercial, lo racionalista y lo emotivista. Ya no nos importa que Dios se hiciera ser humano, sino los mundiales de futbol, la controversia política y las series que ponen en las plataformas de streaming. 

Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, pero ansiamos parecernos a tantas figuras que nos venden los medios digitales. Ansiamos ser valorados y por ellos nos encantaría hacer videos de Tik Tok, Instagram o cualquier otra red social. hace unos años, en concreto veinte, el Cardenal Tomas Spidlik hablaba sobre cómo el racionalismo y el irracionalismo, se afanan en ocultar lo que es realmente sustancial para nosotros:

En Occidente la mentalidad técnica ha llevado al racionalismo y, como reacción, ha aparecido lo contrario: la espiritualidad irracional. Al final el Papa (Benedicto XVI) ha tenido que escribir una encíclica sobre el uso sano de la razón. La espiritualidad del corazón debe ser un remedio, una medicina contra ese racionalismo que lleva al irracionalismo. He tenido que luchar mucho sobre la noción de corazón, sobre la plegaria del corazón. Al principio, esta noción encontró algunas dificultades en estos hombres racionales. Pero ahora se acepta,... (Card. Tomás Spidlík. Entrevista)

¿Cómo vivir la Navidad en este siglo XXI? Sin duda, desde el corazón. Es decir, en total unidad de nuestro ser, que se arrodilla ante Dios nacido y le ofrece los tres dones que los Magos de Oriente le llevaron: oro (experiencia), incienso (madurez) y mirra (esperanza). Arrodillados ante ese sencillo pesebre, nos damos cuenta de lo importante que es traer a la actualidad ese sencillo nacimiento de Belén. Hacerlo realidad en nuestro interior. Cristo llama a la puerta de nuestro ser (Ap 3, 20) y espera que le abramos. Al que venza, el Señor le concede un inmenso regalo: sentarse junto a Él en el trono de Cristo. Cristo es el Logos de Dios, su trono es ser de verdad. Volver al paraíso 

Aunque la Iglesia actual se centra en evangelizar a niños y jóvenes, Cristo nació por todos sea cual sea la edad que tengamos. La esperanza es un don que cobra más importancia según pasan los años. Cada día es un poco más importante para nosotros. Esta esperanza necesita beber diariamente el "Agua Viva" que nos permite nacer de nuevo. Recordemos lo que el Señor dijo a Nicodemo:  De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios. (Jn 3,3) y también le dijo: No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu (Jn 3,7-8). Porque Dios no está ni en el terremoto, ni en la tormenta, sino en suave brisa 1Re 19, 3-15

Los Magos de Oriente no eran precisamente niños o jóvenes. Dios les llamó y ellos, dejando todo, acudieron a su llamada llenos de experiencia, madurez y esperanza. Este es el Misterio que hoy parece que hemos olvidado. Sigamos la Estrella de Belén, la Estrella que debe brilla en templo interior donde habita el Señor.

[1] La mística del Corazón. Card. Tomas Spdlik 


miércoles, 21 de septiembre de 2022

Sacralidad y profundo sentido.

 

Un estupendo video. Habla de muchas cosas más que de masonería, se habla de todo lo que hemos ido olvidando al perder el vínculo sagrado. Disfrútenlo!



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