Este viernes pasado leí un artículo de opinión publicado en el diario español “El Mundo”: Laicos sacramentos, que pueden leerlo pulsando sobre le título antes referido .
El autor reclama la institución de sacramentos laicos a la imagen de los cristianos para ser celebrados por quienes no tienen fe. Así mismo, pide que la Iglesia abra sus templos para celebrar estos sacramentos laicos porque “Ellos tienen el marco incomparable y la liturgia: alfombras, cirios, ropones, músicas apropiadas y la epístola de San Pablo”. Adicionalmente indica que estas celebraciones litúrgicas sacramentales laicas son una conquista de los laicos.
Leyendo el artículo me dí cuenta del la tremenda ignorancia que acumula nuestra sociedad, que se dice de raíces cristianas.
Para describir qué es un sacramento utilizaré como referencia el libro “Los sacramentos, símbolos del espíritu” escrito por Josep M Rovira Belloso.
El autor reclama la institución de sacramentos laicos a la imagen de los cristianos para ser celebrados por quienes no tienen fe. Así mismo, pide que la Iglesia abra sus templos para celebrar estos sacramentos laicos porque “Ellos tienen el marco incomparable y la liturgia: alfombras, cirios, ropones, músicas apropiadas y la epístola de San Pablo”. Adicionalmente indica que estas celebraciones litúrgicas sacramentales laicas son una conquista de los laicos.
Leyendo el artículo me dí cuenta del la tremenda ignorancia que acumula nuestra sociedad, que se dice de raíces cristianas.
Para describir qué es un sacramento utilizaré como referencia el libro “Los sacramentos, símbolos del espíritu” escrito por Josep M Rovira Belloso.
Podemos empezar por su propio nombre. Sacramento proviene de la unión de la palabra sacrum al sufijo –mentum. Este sufijo significa medio, instrumento. Por lo tanto nos daría que un sacramento es un medio o instrumento sagrado. Si sabemos que la sacralidad es el camino que nos comunica con Dios, los sacramentos serían los medios o instrumentos que ejecutan o posibilitan esta unión.
Para los primeros Padres de la Iglesia, los sacramentos se denominaban “Mysteriom”, misterios en el sentido de lo que excede nuestra capacidad de compresión. Todavía los denominan de esta forma nuestros hermanos ortodoxos. Decía Orígenes que “Todo lo que nos llega (por parte de Dios), nos llega como misterio” [1]. Misterio que se revela como signo, que nos da noticia del símbolo implícito que une la realidad cotidiana con la divinidad, con Dios.
Orígenes nos dice que “La ley del “Mysterion” es la del descenso de lo invisible a lo visible, de lo eterno a lo contingente, como si el Logos eterno se hiciese sensible a través de la voz que resuena: ‘A través de la misma voz se entregan al alma dos cosas a la vez: la letra y el espíritu’.
En el tratado sobre los Sacramentos de San Ambrosio de Milán podemos ver como constantemente une las escrituras con la liturgia de los sacramentos; como si una fuera reflejo de la otra y viceversa. Para el, las acciones y signos que se muestran en la liturgia sacramental son símbolos de la palabra de Dios encarnada y revelada por medio de las escrituras. Sacramento y escritura forman una unidad indisoluble que sacraliza y consagra a quienes participan conscientemente.
Para San Ireneo de Lyon los sacramentos cristianos provienen del designio divino de salvación. Los sacramentos son la divina dispensación -oikoiomia- en la cual el don invisible de Dios desciende, se hace presente y se manifiesta comunicándose a los seres humanos mediante signos visibles.
Entonces ¿Qué sentido tiene un sacramento laico? Después de lo explicado este invento de la “progresía contemporánea” es absurdo desde todo punto de vista.
¿Qué sentido tiene que la Iglesia permita que en sus templos se desarrollen ceremonias pseudosacramentales laicas, como el autor del artículo pide? No tiene ningún sentido, ya que para quienes puedan asistir a estos actos el simbolismo y sacralidad del templo es un simple decorado que da prestancia a un acto sin sentido.
En resumen: vacuidad. Las apariencias aparecen como fines y por eso es necesario que existan independientemente de que estén justificadas o no. Búsqueda de lo que nos falta sin aceptar el compromiso que viene adjunto. Incultura e ignorancia reclamadas como derechos y defendidas como conquistas.
Que Dios nos ayude a enderezar esta sociedad.
[1] Corpus Berolinense, 6-314.
[2] In Psalmum 76, 19
2 comentarios:
Hola Misesere, soy Carmen de Conciencia Primordial... Este texto esta en la linea de uno mas escueto que he publicado en mi bloc justamente ayer. La LITURGIA Y LA EUCARISTIA...esa experiencia única y profundamente interna de unión con el CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO...una purificación y transformación para mi... La PALABRA llena del ESPIRITU llega a nuestro ser activando la LUZ DEL SEÑOR... Iremos comentando...
no se si has recibido mi anterior comentario del primer texto. Totalmente de acuerdo...
UN ABRAZO de calidez y frescor a la vez.
Carmen de Barcelona
concienciaprimordial.bolgspot.com
Recibido y aceptado sin problemas :)
Los sacramentos son algo más que signos, por lo que reducirlos a apariencias dotadas de significado es simplificar en exceso su realidad. La Eucaristía es un sacramento especialmente cercano y conformador de nuestra Fe cristiana. Tal como dices, es Luz del Señor... de eso va el post que acabo de subir
Un abrazo alegre y cariñoso :)
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