sábado, 21 de noviembre de 2009

Cristo, Sol, Luz y Rey.

Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? (Juan 18, 33-38)

Nos comenta San Agustín:

Creyendo, venid al reino que no es de este mundo. ¿Cuál es, pues, su reino sino el de los que creen en El, a quienes dice no sois de este mundo, aunque quiera que estéis en este mundo? Por lo que no dice: Mi reino no está en este mundo, sino "no es de este mundo" (Jn 8,23) Es, pues, de este mundo todo lo que en la humanidad, si bien creado por Dios, fue generado de la raza viciada de Adán. Fue, pues, hecho un reino, no ya de este mundo, de todo aquello que fue regenerado en Cristo. Así, pues, Dios nos sacó del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor. (San Agustín, Tratado sobre el evangelio de San Juan)

Pilatos, como muchas otras personas, duda hasta de la existencia de la verdad. Frente a esta duda podemos citar el siguiente texto de Clemente de Alejandría:

Pongamos, pues, fin, pongamos fin al olvido de la verdad; despojémonos de la ignorancia y de la oscuridad que, cual nube, ofuscan nuestros ojos, y contemplemos al que es realmente Dios, después de haber previamente hecho subir hasta él esta exclamación: «Salve, oh luz». Una luz del cielo ha brillado ante nosotros, que antes vivíamos como encerrados y sepultados en la tiniebla y sombra de muerte; una luz más clara que el sol y más agradable que la misma vida. Esta luz es la vida eterna y los que de ella participan tienen vida abundante. La noche huye ante esta luz y, como escondiéndose medrosa, cede ante el día del Señor. Esta luz ilumina el universo entero y nada ni nadie puede apagarla; el occidente tenebroso cree en esta luz que llega de oriente.

Es esto lo que nos trae y revela la nueva creación: el Sol de justicia se levanta ahora sobre el universo entero, ilumina por igual a todo el género humano, haciendo que el rocío de la verdad descienda sobre todos, imitando con ello a su Padre, que hace salir el sol sobre todos los hombres. (Clemente de Alejandría. Exhortación a los paganos, cap. 11)

Tras el evangelio, el comentario de San Agustín y la apostilla de Clemente de Alejandría… solo podemos gritar:

¡Salve, Cristo. Sol de justicia universal, Luz de vida eterna, Rey del mundo y del universo!

¡Marana-thá!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"He venido para dar Testimonio de la Verdad."...Oir SU VOZ...

JESÚS para todos aquellos que le SEGUIMOS es el TESTIMONIO directo DEL PADRE, DE LA VERDAD...

Es el Maestro que nos muestra como entrar en el REINO.."Haciendo LA VOLUNTAD DEL PADRE"..Y ES él EL REFERENTE DE QUE REALIZÓ ESA UNIÓN CON DIOS...

Tuve hace tiempo una inspirada poesía por SNATA TERESA DE ÁVILA... en la que mientras estaba en oración...llegó a mí en habla medieval.

Fue una antigua entrada en mi blog...y recuerdo que la última estrofa decía "QUE ENTRE EL REY".

EL REY... nuestro referente de AMOR Y PODER...DE DIOS.


Demos Testimonio de nuestro AMOR por ÉL, pues...


Gracias, querido Miserere

Maricruz dijo...

Bendito Sol, Luz y Rey!
Mise, estaba pensando: el asunto del Reino que no es de este mundo, más bien como un Reino "intangible" confirma el que no somos solo materia sino espíritu, porque este Reino se realiza en la interioridad, en la unión en Cristo en el seno de la Trinidad.
El ejército de este Reino es un ejército espiritual cuya lucha no es en el mundo o contra el mundo, sino contra los enemigos del espíritu, contra aquellos que lo desean negar o verlo acorralado en la materia, que le niegan su elevación o su vuelo hacia lo Alto.
Si no estoy siendo herética al afirmar esto, ese Reino existe sin lugar a dudas.
Me encanta que exista tu blog y tu.
Gracias.

Miserere mei Domine dijo...

Cierto Totús :). No creo que seas nada herética :)))

Cristo dijo: Mi Reino no ES de este mundo... no dijo: no SERA de este mundo.

El Reino de Dios existe, por eso rezamos en el Padre Nuestro: "Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu Voluntad así en tierra como en el cielo."

El Reino sería la voluntad de Dios y quienes la aceptan como parte de si mismos.

"Padre aparta de mi este cáliz, Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya"

Cristo no dejó de aceptar que el Reino de Dios conformaba su destino humano.

Un abrazo :)

Miserere mei Domine dijo...

Gracias por tu comentario Carmen :)

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