De qué me sirve odiar la iniquidad y amar la virtud, cuando más bien hago lo que odio y soy indolente para hacer lo que amo? #SanAgustin (Carta 186,12.40).
Es más fácil vaciar algo, que llenarlo de nuevo. Es una ley universal que se corresponde con la entropía y las leyes de la termodinámica.
El pecado es el vacío de Dios de nuestras acciones. Lo cometemos porque es más fácil vaciarlas de Dios que llenarlas de El. Somos perezosos e indolentes porque nuestra naturaleza resquebrajada, deja pasar la Gracia de Dios, sin esfuerzo alguno, por las grietas.
¿Que qué sirve ser una ser mecánico que deja pasar la vida sin más? Sólo la Gracia puede llenar las grietas y transformar nuestra naturaleza. Roguemos al Señor que nos ayude a desear y luchar por santificarnos.
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