El Evangelio de hoy, primer domingo de Adviento es breve,
pero muy profundo. “Tengan cuidado y estén
prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento” (Mc 13, 33) ¿Cuándo será el momento? ¿Qué nos espera?
Hay muchas respuestas para determinar cual es el momento
en donde Cristo retorna para dar sentido a toda la creación. En cierta forma,
ese momento es ya, ahora mismo. Cada momento es tiempo de aceptar a Cristo y
convertirse. Cristo nos dice que “Se ha cumplido
el tiempo, el Reino de Dios está llegando. Conviértanse y crean en la buena
nueva” (Mc 1,15)
¿Cómo estar preparado si vivimos en una barca que se agita
en el mar? ¿Cómo encontrar algo sólido a lo que agarrarse, si el viento nos
lleva de un lado a otro? Como en todo momento de zozobra, Cristo duerme y
espera. Espera el momento en que lo despertemos (Mt 8,
23-27) Espera a que le digamos: “¡Señor,
sálvanos, que perecemos!” y el nos contestará “¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?” Ese
es el momento su venida, de su llegada a nosotros.
¡Cuántos vientos de doctrina hemos conocido
durante estos últimos decenios!, ¡cuántas corrientes ideológicas!, ¡cuántas
modas de pensamiento!... La pequeña barca del pensamiento de muchos
cristianos ha sido zarandeada a menudo por estas olas, llevada de un extremo al
otro: del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo
al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del
agnosticismo al sincretismo, etc. Cada día nacen nuevas sectas y se realiza lo
que dice san Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que tiende
a inducir a error (Ef 4, 14). A quien tiene una fe clara, según el Credo de
la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalismo. Mientras
que el relativismo, es decir, dejarse «llevar a la deriva por cualquier viento
de doctrina», parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se
va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como
definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos. (Seguir leyendo)
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