... por la vanidad de nuestro espíritu, sin preocuparnos lo más mínimo por observar los mandamientos del Señor, nos creemos ser dignos de recibir las mismas recompensas que aquellos que han resistido al pecado hasta la muerte. Pero ¿quién en tiempo de la siembra ha podido quedarse sentado y dormir en casa, y después recoger con los brazos bien abiertos las gavillas segadas? ¿Quién ha vendimiado sin haber plantado y cultivado la viña? Los frutos son para los que han trabajado; las recompensas y las coronas para los que han vencido. (San Basilio Grandes Reglas monásticas, prólogo)
Reflexión: Dios es absolutamente misericordioso y absolutamente justo. Esto para imposible para el ser humano porque somos seres limitados. Tendemos a ver a Dios parcialmente y adaptarlo a nuestros gustos e ideologías. ¿Por qué no hacer como Moisés? Ante la Zarza ardiente, se cubrió la cara y se tiró la suelo. Mejor dejar que Dios sea Dios y arrodillarnos ante el Misterio.
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... in the conceitedness of our souls, without taking the least trouble to obey the Lord’s commandments, we think ourselves worthy to receive the same reward as those who have resisted sin to the death! But how could anyone sit and sleep at home during the time of sowing and then gather sheaves by the armful at harvest? Who has ever brought in the grapes without having planted and tended the vine? The fruit is for those who have toiled; rewards and crowns for those who have conquered. (Saint Basil. Longer monastic Rules, prologue)
Reflection: God is absolutely merciful and just. It is impossible for the human. We are limited beings. We tend to see God partially and adapt it to our tastes and ideologies. Why not act like Moses? Before the Burning Bush, he covered his face and threw the ground. Better to let God be God and kneel before the Mystery.
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