viernes, 31 de octubre de 2014

Anhelad que os reprenda el justo con misericordia y no améis que os alabe el pecador con burlas. #SanAgustin (Comentario al Salmo 140,13).

Anhelad que os reprenda el justo con misericordia y no améis que os alabe el pecador con burlas. #SanAgustin (Comentario al Salmo 140,13).

¿Duele que nos señalen nuestro errores? Mucho, porque la soberbia y la envidia nos carcomen el corazón. Cuando una persona justa, nos habla de forma clara, para señalarnos nuestros errores, tenemos que dar gracias al Señor.

Cuando un pecador alaba nuestros errores, se está alabando a si mismo y burlándose de nosotros. Sus palabras son para él mismo, aunque nosotros creamos que vienen para alabarnos.

La justa reprimenda, es una gracia de Dios. La injusta alabanza, nos vacía de la Gracia de Dios. ¿Que tendríamos que preferir? Sin duda la reprimenda que duele, pero cura.




jueves, 30 de octubre de 2014

Pon tu pecado delante de ti, para que no esté ante Dios, y tú no estés delante de ti, para que estés delante de Dios #SanAgustin (Comentario al Salmo 122,3)

Pon tu pecado delante de ti, para que no esté ante Dios, y tú no estés delante de ti, para que estés delante de Dios #SanAgustin (Comentario al Salmo 122,3)

Cuando oramos o recibimos los sacramentos ¿Dónde ponemos nuestros pecados, nuestro vacío de Dios? Si ponemos nuestro pecado delante, Dios llenara el vacío que hay dentro de nosotros.

Cuando nos presentamos ante el Señor ¿Escondemos la ausencia y necesidad del Señor? ¿Nos mostramos como el fariseo ante el publicano? Llenos de soberbia por lo que aparentamos ser y damos gracias a Dios por habernos hechos tan perfectos y buenos.

No pongamos nuestras apariencias delante de nosotros, porque Dios quiere vernos tal cual somos y nuestra humildad, llenarnos de Él.

miércoles, 29 de octubre de 2014

El Espíritu Santo nos amonesta y exhorta a que ofrezcamos el sacrificio de confesión a Dios. La confesión o es de alabanza a Dios o es de nuestros pecados #SanAgustin (Comentario al Salmo 117,1).

El Espíritu Santo nos amonesta y exhorta a que ofrezcamos el sacrificio de confesión a Dios. La confesión o es de alabanza a Dios o es de nuestros pecados #SanAgustin (Comentario al Salmo 117,1).

¿Qué es el sacrificio? Es hacerse sagrados, santos. Es divinizarse, entendido como acoger a Dios en nuestro corazón. El sacrificio necesita de renuncia y por lo tanto, necesita la misericordia de Dios con nosotros. Sin la Gracia de Dios no podemos negarnos a nosotros mismo.

El Sacrificio de la confesión es negarse a sí mismo, para que la Gracia del Señor sane nuestras heridas y llene nuestro no ser, nuestro vacío.

La confesión es de alabanza, cuando confesamos nuestras limitaciones y nos maravillamos de la misericordia de Dios. La confesión es de nuestros pecados, cuando miramos a nuestro interior y vemos el vacío de ser, el vacío de Dios que portamos dentro.

martes, 28 de octubre de 2014

¿Cuál es la palabra del hombre ante Dios? La confesión de los pecados. Confiesa a Dios lo que eres, y habrás hablado con El #SanAgustin

¿Cuál es la palabra del hombre ante Dios? La confesión de los pecados. Confiesa a Dios lo que eres, y habrás hablado con El (#SanAgustin Comentario al Salmo 103,4,18)

¿Qué es el ser humano? Como decía Santa Catalina de Siena, somos el no ser, mientras que Dios es quien Es. ¿Que necesitamos? Conocernos y reconocernos tal cual somos. Es la única forma de que la puerta de nuestro corazón se abra a la Gracia de Dios.

¿Dónde decir lo que somos? En la confesión de nuestros pecados, ya que el no ser se evidencia y la Gracia llena es vacío que nos llenaba de dolor y sufrimiento. Confesando lo que no somos, estamos hablando directamente con Dios.

Hoy en día desdeñamos los sacramentos y nos parecen únicamente ritos sociales. El ignorante es capaz de rechazar con alegría el mayor tesoro y el mayor don.

lunes, 27 de octubre de 2014

He ahí por qué me entristezco por lo que queda por enmendar, pero me consuelo por las numerosas bellezas que me rodean #SanAgustin (Carta 78,9)

He ahí por qué me entristezco por lo que queda por enmendar, pero me consuelo por las numerosas bellezas que me rodean #SanAgustin (Carta 78,9)

La Gracia es necesaria para que la acción del ser humano sea buena. ¿Cuántas cosas tenemos que enmendar? Tantas como hayamos hecho sin contar con el Señor. Tantas como hayamos emprendido sin someternos a la Voluntad de Dios.

Pero ¿Es lógico quedarnos en un estado de tristeza y pesar? Es evidente que no, ya que todo lo bello que nos rodea es un regalo de Dios. Un reflejo de su divinidad y una pista que nos recuerda que sin El nada podemos.

Encontremos consuelo en el Señor y todo lo que refleja su divina misericordia y justicia.


domingo, 26 de octubre de 2014

Renunciar a la Verdad es letal para la Fe. Benedicto XVI


Tras una semana de la finalización del Sínodo de Familia es interesante volver la vista atrás, para hacer balance y sacar conclusiones. El Papa Francisco ha señalado las tentaciones que ha detectado durante el proceso:

La tentación del endurecimiento hostil, esto es el querer cerrarse dentro de lo escrito (la letra) y no dejarse sorprender por Dios, por el Dios de las sorpresas (el espíritu); dentro de la ley, dentro de la certeza de lo que conocemos y no de lo que debemos todavía aprender y alcanzar. Es la tentación de los celosos, de los escrupulosos, de los apresurados, de los así llamados "tradicionalistas" y también de los intelectualistas.

La tentación del “buenismo” destructivo, que en nombre de una misericordia engañosa venda las heridas sin primero curarlas y medicarlas; que trata los síntomas y no las causa ni las raíces. Es la tentación de los "buenistas", de los temerosos y también de los así llamados “progresistas y liberalistas”.

La tentación de transformar la piedra en pan para terminar el largo ayuno, pesado y doloroso (Cf. Lc 4, 1-4) y también de transformar el pan en piedra, y tirarla contra los pecadores, los débiles y los enfermos (Cf. Jn 8,7) de transformarla en “fardos insoportables” (Lc 10,27).

La tentación de descender de la cruz para contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la voluntad del Padre; de ceder al espíritu mundano en vez de purificarlo e inclinarlo al Espíritu de Dios.

La tentación de descuidar el “depositum fidei”, considerándose no custodios, sino propietarios y patrones, o por otra parte, la tentación de descuidar la realidad utilizando ¡una lengua minuciosa y un lenguaje pomposo para decir tantas cosas y no decir nada!

En estos días he leído multitud de análisis que se centran en uno o dos, de estas tentaciones, olvidando las demás. Podemos resumir las tentaciones en la tentación de ajustar la praxis eclesial, a las diferentes sensibilidades y carismas que poseemos. Es decir, la tentación de convertir la Iglesia en la iglesita de mis deseos. Desde quienes se cierran en la letra vacía de vida, hasta quienes desechan la santidad como única solución a nuestros sufrimientos.


El fin de la Iglesia es misionar y proclamar el Evangelio, dentro y fuera de sí misma. Todos necesitamos conversión, tanto si estamos integrados en la Iglesia, como si estamos alejados o fuera de ella. El fin último de cada uno de nosotros, es que el Señor nos haga santos a través de su Gracia. Por ello la misión es esencial como Iglesia y la Verdad es la luz que nos guía en el camino. (Seguir leyendo)

sábado, 25 de octubre de 2014

El amor distingue del mundo a los santos y hace que vivan juntos con una sola alma en la casa ‪#‎SanAgustin‬ (Tratado sobre el Evangelio de San Juan 76,2)

El amor distingue del mundo a los santos y hace que vivan juntos con una sola alma en la casa ‪#‎SanAgustin‬ (Tratado sobre el Evangelio de San Juan 76,2)

La santidad es la única respuesta al sufrimiento y por lo tanto, la única respuesta para poder vivir unos junto a otros. Negarnos a nosotros mismos y así afirmar a Cristo, es el camino para ser uno en Quien únicamente es.

Nuestros egoísmos, vanidades, soberbias, envidias, se reducen a cero cuando el Señor es Quien es y nosotros aceptamos que no somos por nosotros mismos.

¿Cómo vivir en comunidad cuando tenemos tantos carismas y sensibilidades diferentes? Aportando los dones del Señor a la comunidad y dejando nuestros pecados fuera de la casa.



viernes, 24 de octubre de 2014

La hermosa integridad de andar unidos. San Agustín

Cuando los últimos se armonizan con los primeros, se mantiene la más hermosa integridad ‪#‎SanAgustin‬ (Sermón 299C,1)

¿Qué nos une a todos los seres humanos? Aquello que nos hace humanos, nuestra naturaleza. No podemos decir que nada del prójimo nos es ajeno, porque hemos sido creados de la misma arcilla, por la mismas Manos.

Entonces ¿Por qué nos gusta tanto sentirnos superiores unos a otros? En la unidad está el Señor, ya que cuando nos unimos en Su Nombre, El está entre nosotros.

Para ello es necesario que los últimos y los primeros sean una misma carne y se ayuden unos a otros. Los primeros ayudan a los más lentos a llegar más lejos. Los últimos ayudan a los primeros a no sentirse solos y diferentes.



domingo, 19 de octubre de 2014

Sínodo de la Familia: la Iglesia no excluye. San Hilario de Poitiers

Ha terminado el Sínodo extraordinario de la Familia y durante un año podremos reflexionar sobre las consecuencias de cualquier cambio en la praxis pastoral. Este año, nos permitirá reflexionar sobre lo que se ha dicho y sobre los que no se ha dicho en el Sínodo. Sobre lo que se ha hecho y lo que no se ha hecho.

Para empezar la reflexión traigo unas palabras del cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Mónaco de Baviera, presidente de los obispos alemanes y miembro del grupo de cardenales consejeros del Papa. El Cardenal Marx comenta un punto clave que propicia el nuevo enfoque pastoral, que propone: La exclusión. Ha terminado el Sínodo extraordinario de la Familia y durante un año podremos reflexionar sobre las consecuencias de cualquier cambio en la praxis pastoral. Este año nos permitirá reflexionar sobre lo que se ha dicho y sobre los que no se ha dicho en el Sínodo. Sobre lo que se ha hecho y lo que no se ha hecho. 

Para empezar la reflexión traigo unas palabras del cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Mónaco de Baviera, presidente de los obispos alemanes y miembro del grupo de cardenales consejeros del Papa. El Cardenal Marx comenta un punto clave que propicia el nuevo enfoque pastoral, que propone: La exclusión.


«La exclusión no es el lenguaje de la Iglesia»; no es posible decir a las personas que viven en situaciones familiares “irregulares”: «Tú eres un cristiano de segunda». Aunque el Sínodo no acoja el término de “gradualidad”, porque se requiere una profundización teológica, lo importante es que «se tomen en serio las situaciones de las personas, hay que reconocer lo que hay de evangélicamente bueno en las situaciones, incluso cuando no hay sacramentalidad en la relación». (Seguir leyendo)


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