sábado, 19 de febrero de 2011

La Iglesia, Virgen Madre

¡Oh maravilla de misterio! Uno es el Padre de todo, uno el Logos de todo, y uno el Espiritu Santo, el mismo en todas partes; y una sola también es la virgen madre: me complazco en llamarla Iglesia. Únicamente esta madre no tuvo leche, porque solo ella no llegó a ser mujer, sino que es al mismo tiempo virgen y madre, intacta como virgen, pero amante como madre. Ella llama a sus hijos para alimentarlos con una leche santa, el Logos acomodado a los niños. Por esto no tuvo leche, porque la leche era ese niño hermoso y querido, el cuerpo de Cristo. Con el Logos alimentaba ella a estos hijos que el mismo Señor dio a luz con dolores de carne, que el Señor envolvió en los pañales de su sangre preciosa. ¡Oh santos alumbramientos! ¡Oh santos pañales! El Logos lo es todo para el niño, padre, madre, pedagogo y nodriza. «Comed mi carne y bebed mi sangre», dice (cf. Jn 6, 53). Estos son los alimentos apropiados que el Señor nos proporciona generosamente: nos ofrece su carne, y derrama su sangre. Nada falta a los hijos para que puedan crecer (Clemente de Alejandría, El Pedagogo, 1,6,42)

-oOo-

Leyendo este pasaje de Clemente de Alejandría es fácil darse cuenta de la esencia de la Iglesia. Las madres no se cambian o se reforman a gusto de sus hijos. El alimento del niño no se ajusta a sus gustos, sino a sus necesidades. Solo por medio de la Iglesia podemos Comer la verdadera Carne y beber la verdadera Sangre de Cristo, tal cual El lo instituyó. Sacramentos que nos unen y dan sentido como personas, comunidad e Iglesia universal. 

-oOo-

Señor, estamos delante de Ti y te imploramos.
Condúcenos a tu redil y cuida de nosotros
Solo Tu eres la Puerta que nos guarda 
y nos aleja de todo mal.
Te doy gracias Señor Padre Santo, 
Dios Todopoderoso y eterno
porque aunque soy sólo un siervo pecador
y sin mérito alguno,
has querido conducirme a tu redil y
misericordiosamente me alimentas 
con el cuerpo y la sangre 
de tu hijo Nuestro Señor 
Jesucristo.
Amén.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Dios le page

Miserere mei Domine dijo...

Dios siempre nos lo paga en comunión con los demás. Gracias Lourdes. :)

El Estudiante dijo...

La Iglesia es Virgen, Madre, Esposa del Señor.

Cuánto bien hace que traigas estos pasajes de la Sagrada Tradición, amigo Miserere.

La Iglesia tiene un lugar para nosotros. Yo creo que a los que amamos la Tradición, e incluso me atrevo a decir las tradiciones religiosas de la Cristiandad, nos toca sufrir mucho, sin nostalgia, con reciedumbre, con sentido sobrenatural, para que los tesoros del Espíritu vuelvan a los corazones.

Estoy convencido de que hemos de abandonar totalmente el lenguaje del mundo secular, a la hora de hacer apostolado, y recuperar el lenguaje de la Santa Escritura del Señor, y de los Santos Padres.

Un abrazo en Cristo, desde María Inmaculada

Miserere mei Domine dijo...

Gracias Alonso. Podría decir que cada vez más me duele la Iglesia en carne propia. Cuanta necesidad de Cristo tenemos.

Comparto tu opinión. El lenguaje secular nos desvía del objetivo y nos enreda en paradojas constantemente.

Un abrazo en Cristo :)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...